En Colombia y el mundo, la juventud enfrenta múltiples desafíos para acceder a oportunidades educativas y laborales, especialmente en el sector tecnológico.
Y la preocupación no es mínima, solo 5 de cada 10 jóvenes terminan el colegio e ingresan a educación superior, pero solo 2.5 culminan, según Sandra Charry, Directora de Expansión Global de Campusland.
Charry destaca el papel de su organización en este contexto. “Identificamos un happy problem: las empresas de desarrollo de software necesitan talento, y los jóvenes con habilidades en lógica matemática quieren ingresar al mundo TI, pero carecen de formación en programación”, comenta.
Frente a la realidad de que Colombia es el segundo país con más jóvenes entre 17 y 29 años que ni estudian ni trabajan, Campusland ha diseñado lo que llaman un “cohete social”, enfocado en transformar las vidas de estos jóvenes.
Su metodología incluye 1600 horas de programación, 300 horas de inglés y 200 horas de habilidades blandas en una modalidad 100% presencial, garantizando la empleabilidad al final del proceso.
“Estamos formando una nueva generación 5.0 que, a través del trabajo en la industria TI, puede romper barreras sociales y avanzar a mejores niveles socioeconómicos en un corto tiempo”, señala Sandra.
Campusland, con sedes en la Zona Franca Santander y Tibú, en alianza con Uniminuto, ya ha comenzado a cambiar la vida de cientos de jóvenes. Pero la visión es más grande: buscan que más empresas y organizaciones se sumen a esta causa, patrocinando la formación de jóvenes y replicando el modelo en otros territorios.
¿Todo listo para saber cómo esta ADF está transformando la vida de los jóvenes en Colombia? Escucha el nuevo episodio de Optimistas contra el fin del mundo sin salir de nuestra web o en tu plataforma de confianza.