Si el Capitán Planeta (el primer héroe ecologista) fuera una empresa, sería Ecomodulares.

Y es que resignificar la manera en que nos relacionamos con un material como el plástico y con esto impactar a las industrias de la construcción y agrícola es un mérito tremendo.

“Un residuo no es basura, sino al contrario es un recurso que puede sustituir en algunos casos un recurso finito como la madera natural, evitando la deforestación o sustituir en algunos casos el concreto y disminuir así la huella de carbono asociada a la explotación minera”, comenta Javier Chía, CEO y cofundador de Ecomodulares.

Esto, además, genera un beneficio directo en la sociedad y mueve la economía. “Demostramos que valorizar residuos genera nuevos empleos y contribuye al cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible”. Tremendo, ¿verdad que sí?
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